4.5.10

La Ruta Termal


En la actualidad la cura termal es uno de los sistemas terapéuticos que ha adquirido mayor trascendencia.
Cuando una persona se expone a un baño termal, recibe la acción directa de la temperatura en forma de shock, y los minerales comienzan a ser absorbidos en pequeñas concentraciones por la piel. Una vez en el organismo, los minerales son depositados en el tejido celular subcutáneo, y desde ahí ejercen su acción activando el metabolismo orgánico a través del eje hipotálamo-suprarrenal.
El secreto termal estriba en el juego rítmico que se provoca, traduciéndose en tensión-relajación / actividad-reposo.
La acción de este tipo de aguas sobre el organismo es múltiple y completa. Entre las propiedades curativas que poseen, se destacan las siguientes:

• Estimulan las defensas del organismo.
• Depuran la sangre, eliminándose las toxinas y productos de desechos por la sudoración y diuresis que provocan.
• Reactivan el metabolismo retardado en muchos reumáticos.
• Tienen poder desestabilizante sumamente útil, considerando la participación alérgica en el orden de las afecciones reumáticas.
• Reeducan el sistema termorregulador, de enorme importancia en el reumático que ha perdido su capacidad de reaccionar y adaptarse a los cambios del medio ambiente.
• Su poder analgésico y calmante de dolores es bien conocido.
• Relajan los músculos y por su acción revulsiva y resolutiva, actúan sobre los edemas, tumefacciones y procesos crónicos fibrosos.
• Sedan el sistema nervioso.
• Reconstituyen y tonifican.
• Modifican el terreno reumático en modo significativo.
• Ejercen acción miorelajante, sobre las contracturas y rigideces neuro-músculo-osteo-articular, de capital importancia en los tratamientos de rehabilitación y reeducación músculo esquelética.
 

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